La Secretaría de Salud continúa diseminando desinformación irresponsable sobre el cigarro electrónico a través de un spot que se transmite constantemente en los medios masivos de comunicación (radio y TV).  La narración de este spot corre a cargo de la Dra. Angélica Ocampo, psicóloga que dirige la clínica de cese de fumar del Hospital General.  La Dra Ocampo advierte que “el cigarro electrónico afecta a quienes nos rodean”, agrega que “la nicotina que sale del vapor mata, da cáncer e infartos al corazón exactamente igual que fumar tabaco”.

El contenido de esta narración carece completamente de sustento médico y científico.  Ya de por si el vapor (aerosol) del cigarro electrónico representa para quien lo inhala una reducción del 95% del daño que causa el fumar (reportado por el informe del Colegio Real de Médicos del Reino Unido). El cuerpo del usuario absorbe más del 90% del aerosol que inhala, por lo que el vapor exhalado es muy diluido. Las cantidades que contiene de nicotina y otros contaminantes son verdaderamente despreciables y difíciles de detectar, ya que se dispersa rápidamente sin dejar trazas. Son prácticamente inexistentes los daños a la salud de terceras personas por su exposición al aerosol exhalado por vapeadores.

El spot de la Secretaría de Salud pretende infundir en la población un pánico injustificable e irracional hacia el vapeo y hacia los vapeadores. Esto tiene consecuencias nefastas, ya que la equivalencia falsa que hace entre vapear y fumar  contribuye a que millones de fumadores sigan fumando cigarros, cuando podrían consumir nicotina a través del cigarro electrónico que les represente una alternativa de mucho menos riesgo a su salud.

Por si no fuera suficientemente lamentable el diseminar este tipo de desinformación, la Secretaría de Salud a cargo del Dr José Narro Robles es además responsable de un rotundo fracaso institucional en la lucha contra el tabaquismo: según datos de la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (ENCODAT 2016-2017) en México se fuma más ahora que en 2011. Esperemos que la Secretaría de Salud en la nueva administración pueda remediar este fracaso, para lo cual le será sumamente útil el facilitar a millones de fumadores el acceso a formas menos dañinas de consumo de nicotina.